(ESPECIAL.MR)
“A finales de la década de los 70 y principio de los 80 se
instituyó en Venezuela una política en el sector agrario, que
fomentó la producción agrícola-pecuaria intensiva, bajo el
principio de la agricultura convencional, mal llamada revolución
verde, presentada en el año 1959, bajo la supuesta intención de
elevar la producción y disminuir el hambre en el mundo y
particularmente en nuestro continente” es el juicio que enuncia
Renny Salcedo al formular una propuesta de carácter endógeno que
nos otorgué soberanía e independencia agroalimentaria.
Al
exigírsele una mayor descripción al plan Rockefeller, Salcedo nos
destaca que la misma se traduce en alta dependencia de insumos y
tecnologías para la producción; dirigida, en especial a tres
especies de interés zootécnico; aves, cerdos y bóvidos; cuyo
resultado final se tradujo en el desmontaje del autoabastecimiento de
la familia desde la tradicional producción traspatio, asentando , en
la población, una cultura netamente consumista, apegada a la
comodidad del despacho y atención de los centros de abastecimiento
comercial.
Sin
olvidar lo agrícola vegetal, resalta que la imposición de un modelo
centrado en el maíz, arroz, sorgo y soya, significaba un férreo
eslabón de esa larga y pesada cadena del agro negocio venezolano,
que desplazaba a la masa de campesinos, genuinos representantes de
unidades de producción que tributaban al país, amén de garantizar
el autoabastecimiento familiar. En la actualidad vivimos las
consecuencias de esa supuesta “revolución verde”, donde la
oligarquía agrícola maneja a su antojo la producción,
transformación y comercialización de tan estratégicos rubros. En
el Municipio Chaguaramas, de nuestro estado Guárico, se le reza y
prende velas al “padre de los cereales”.
Integrando la crítica y la autocrítica anuncia que “en los últimos años, el país se ha visto envuelto en una situación política – económica (criminal bloqueo internacional) que ha generado una disminución significativa de la producción interna, y por ende, una disminución en el consumo de alimento, por parte de la población, en especial la ingesta de proteína de origen animal, lo que repercutirá en el desarrollo fisiológico e intelectual de la generación de relevo”.
Agroecosistema:
Familias y conejos
Ante ese cuadro descrito le otorga urgencia al planteamiento de estrategias apegadas a la implantación de políticas en materia de políticas de soberanía agroalimentaria en Venezuela, las cuales permitan en un primer momento (a corto plazo), recuperar y fortalecer el autoabastecimiento de la familia desde la agrocultura traspatio, y en un segundo momento (mediano plazo) ampliar el espectro de la política agroproductiva que coadyuve a la incorporación de la agricultura local, campesina, indígena, urbana y periurbana al proceso productivo de la nación; sector éste, que según cifras de la F.A.O., es responsable de la disminución del 20% de hambre en el mundo.
Con el fin de tributar a dicho planteamiento, presenta como hecho concreto la aplicación de métodos organizativos que sin lugar a dudas estimulan y promueven los procesos de participación y empoderamiento de los sujetos sociales del sector agrícola. Es por ello que desde la UNERG, a partir del año 2008, hemos venido formulando sistemas de producción alternos. Hoy desde el IDESSA, a través de la E.C.A ARAWAKO, promovemos a nivel nacional, procesos de educación no formal que fortalece el andamiaje organizativo que propenda al desarrollo social, económico y ambiental de las familias y comunidades involucradas.
En
un acto de responsabilidad personal y de rendición de cuentas,
informa que son 15 comunidades y más de 500 estudiantes en proceso
de liberación, izando las banderas de la pedagogía social con
impacto en lo formativo, organizativo y productivo, partiendo desde
la unidad familiar.
Al
cierre de su declaración puntualiza que le otorgan altísimo valor a
el proceso de acompañamiento y socialización del conocimiento;
fomentando la ganadería Cunícola como rubro estratégico que
garantice sinergia en los agroecosistemas a pequeña escala,
aportando, además, 21 Kg. de carne por metro cuadrado de
infraestructura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario