(ESPECIAL.MR)
En Ángel Tortolero, Profesor del Área de Ingeniería Agronómica,
Doctor en Educación, próximo a ascender a la categoría de Titular,
a través de su catedra Arte
y Cultura, apreciamos
que promueve hacia sus estudiantes de agronomía un proceso de
reflexión crítica y dialógica, a los fines de complementar la
formación académica en el área agrícola. Destaca que el
agro,
el arte y la cultura, son
tres
términos de referencias claves para la construcción de una
plataforma educativa, donde resalta el sujeto social, como actor
fundamental para generar y alcanzar el desarrollo rural integral y
sustentable. Conjuga el sustrato de las ciencias de la educación y
sociales con el andamiaje de la disciplina agropecuaria, con lo cual
desarrolla una postura geohistorica, donde resalta la épica librada
por nuestros antepasados en el continente americano y particularmente
en Venezuela, como ejemplo de la gesta libertaria y de independencia
frente al imperio español.
Tortolero,
estimula a los bachilleres a hurgar sobre las raíces de la
problemática en el sector rural venezolano, desde los tiempos de la
colonia hasta nuestros días. Caracteriza e identifica los sectores
sociales del agro: burguesía (agroindustrial, agrocomercial y
financiera) medianos y pequeños productores, campesinos, conuqueros
e indígenas.
Para
Ángel Tortolero es imperativo diferenciar la Agronomía de la
Agricultura. El primer término va asociado a la agroindustria
depredadora, expresada en el latifundio, lo transgénico, el
agrotóxico excesivo, la hipermecanización, amén de las
perversidades de la comercialización y el mercadeo especulador. En
cuanto a la agricultura la concibe como el culto al ser humano,
actividad primigenia del hombre para su subsistencia. Creyente
ferviente en que la ciencia, la tecnología y la innovación deben
estar al servicio de la agricultura con alto valor humanista. Es la
agrosostenibilidad de la vida.
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